Ya hemos dado la bienvenida al verano y
con él al aumento de las temperaturas, lo cual hace que mantenernos
correctamente hidratados adquiera una importancia aún mayor a la
habitual.
El agua es, con diferencia, el
componente más abundante en el organismo, llegando a constituir
hasta el 75% de los más pequeños y en torno al 50% de los más
mayores. Este hecho no es aleatorio sino que se debe a las
importantes funciones que el agua desempeña en nuestro cuerpo y sin
las cuales la vida no sería posible: transporte de nutrientes,
sustancias de desecho y oxígeno, regulación de la temperatura
corporal, amortiguación, lubricación...
Por otro lado, nuestro organismo pierde
agua a través de la orina, la defecación, la respiración y la
transpiración; pero no es capaz de sintetizarla por sí mismo por lo
que es imprescindible que se la aportemos en cantidad suficiente.
Balance hídrico |