Todos
sabemos que es importante alimentarnos bien, que hay que comer más de esto y
menos de lo otro, que tenemos que llevar a cabo una dieta variada y completa…
Hasta ahí todo bien, pero ¿cómo lo podemos poner en práctica?
Una
técnica muy útil son las pirámides nutricionales. Hay muchas y de muchos tipos,
por lo que hay que saber entenderlas y utilizarlas.
Toda
pirámide (o rueda) alimentaria, sea cual sea su diseño gráfico, presenta los
diferentes alimentos divididos en varios grupos en función de sus
características.
Vamos a
ver los modelos más recientes:
· La versión más novedosa de la
pirámide de la alimentación fue presentada en 2004.
Para
entenderla, tenemos que tener en cuenta que los alimentos que necesitamos
consumir en mayor cantidad se encuentran en la base y van reduciéndose las
raciones a medida que avanzamos hacia la cúspide.
Pirámide de los alimentos |
Así, en
la zona más baja, se encuentran el pan, los cereales, el arroz, la pasta y las
patatas (4-6 raciones al día). Un escalón más arriba, las frutas, verduras y
hortalizas; que en conjunto, suman cinco raciones al día. Junto con ellas, un
alimento básico en nuestra dieta como el aceite de oliva, ya que aunque con
moderación, hay que usarlo a diario como grasa culinaria.
Al
seguir ascendiendo nos encontramos con la leche y los lácteos, cuyas ventajas
para la salud nos llevan a recomendar entre cuatro y seis raciones al día.
Por
encima, los productos proteicos por excelencia, carnes, pescados y huevos
acompañadas de las grandes olvidadas a menudo en nuestra alimentación, las
legumbres. Todas ellas conviene consumirlas entre tres y cuatro veces por
semana, teniendo muy en cuenta que es necesario alternar su ingesta.
Hasta
aquí, los alimentos de consumo diario ya que sólo nos queda la cúspide, en la
que nos encontramos productos de consumo ocasional: grasas, dulces, bebidas
refrescantes, embutido…
Una de
las principales novedades que incluye esta pirámide con respecto a las anteriores,
es que en su base están el agua por un lado debido a la necesidad del ser
humano de beber, al menos, dos litros al día; y el ejercicio físico moderado
pero regular (30 minutos al día).
· La rueda de los alimentos, por
su parte, fue un recurso muy utilizado en los años 70-80 y que en la última
época se ha vuelto a revalorizar debido fundamentalmente a su alto valor
educativo y a que permite ver con mayor facilidad la importancia de la dieta
como un conjunto único.
Rueda de los alimentos |
Como novedad fundamental, reduce a seis los
grupos de alimentos, en lugar de los siete habituales.
En el grupo I aparecen los cereales, tubérculos y el azúcar.
En el II, la mantequilla, el aceite y la grasa. En el III, los lácteos. En el
IV encontramos la carne, el pescado, los huevos, las legumbres y los frutos
secos. En el V, hortalizas y verduras. Finalmente, en el VI, las frutas.
Además, hay que tener muy en cuenta que en el centro, y como parte fundamental,
vuelven a localizarse el agua y el ejercicio físico.
No
todos los grupos aparecen en una fracción de rueda del mismo tamaño. Así, aquellos
que más debemos consumir serán aquellos cuya franja en la rueda sea mayor.
Hay que
destacar también, que los diferentes grupos aparecen representados con varios
colores.
Así, los
grupos I y II son de color amarillo debido a su función energética. El III y
IV, en rojo ya que se trata de alimentos plásticos o estructurales. Finalmente,
los grupos V y VI, en verde por su función reguladora.
¿Cuál
de los dos recursos eliges para elaborar, a partir de ahora, tus menús de la
manera más saludable?
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